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«Estou muito contente por estar em Portugal. Estamos à procura de oportunidades em todo o mundo e viemos aqui a pedido do meu amigo José Sócrates, um bom homem. Num momento difícil para Portugal, viemos dar-lhe as duas mãos» (Chávez, em visita a Portugal)

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O Parlamento aprovou hoje um voto de saudação pelo Prémio Sakharov para a Liberdade de Pensamento, do Parlamento Europeu, atribuído ao dissidente político cubano Guillermo Fariñas . PCP e PEV votaram contra. No debate, o líder parlamentar do PCP afirmou que o Prémio Sakharov é actualmente um "instrumento político de intervenção e ingerência". (dos jornais de ontem)

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De Zygmunt Bauman:

- "Me resulta imposible sentir nostalgia por el comunismo. Para mí el comunismo, que en una ocasión describí como el "impaciente hermano menor del socialismo", supone la imposición de una "fórmula mágica para alcanzar el Reino de la Libertad". Por más seductora y alentadora que suene tal fórmula, en la práctica ha representado inevitablemente la sepultura de las libertades, la esclavitud, donde quiera que se haya realizado".

- "¿Nostalgia del socialismo? Podría sentirla si hubiera perdido alguna vez la confianza en la sabiduría y en la humanidad que caracterizan al socialismo (cosa que no he hecho), y si en vez de haber considerado el socialismo como una postura o como una orientación lo hubiera entendido como un determinado tipo de sociedad, de plan o de modelo particular de orden social (cosa que dejé de creer hace mucho tiempo). Para mí el socialismo supone una extrema sensibilidad hacia la desigualdad y la injusticia, la opresión y la discriminación, la humillación y la negación de la dignidad humana. De modo que adopatar una 'posición socialista' significa oponerse y ofrecer resistencia a todos esos atropellos cuando quiera y dondequiera que ocurran, cualquiera que sea la idea en nombre de la que se perpetre y quienesquiera sean sus víctimas".

- "¿Y qué decirle del capitalismo? (...) Con él ocurre lo mismo que con los sistemas de números naturales en el célebre teorema de Kurt Gödel: no puede ser simultáneamente consecuente y complejo; si es consecuente con sus propios principios, genera problemas que es incapaz de resolver; y si intenta resolverlos resulta necesariamente incoherente con sus propios presupuestos fundamentales."

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Leszek Kolakowski (1927-2009), filósofo e historiador polaco, um dos mais importantes estudiosos críticos do marxismo, na sua obra maior “Main Currentes of Marxism”, 1978:

“Longe de ser o resultado do seu carácter científico, a influência que o marxismo alcançou deve-se quase inteiramente aos seus elementos proféticos, fantasistas e irracionais. O marxismo é uma doutrina de confiança cega num paraíso de satisfação universal que nos espera. Quase todas as profecias de Marx demonstraram serem falsas, mas isto não perturba a certeza espiritual dos fiéis porque essa certeza não se baseia em premissas empíricas ou presumíveis «leis históricas», mas, simplesmente, na necessidade psicológica de uma certeza. Neste sentido, o marxismo desempenha a função da religião, e a sua eficácia é de carácter religioso.”

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O Jorge Pires da Conceição recomendou (no Facebook) o romance agora editado da autoria do conhecido jornalista João Paulo Guerra (*). Rigoroso e bem narrado, a estreia de JPG no romance é, de facto, promissora. E constitui uma maneira excelente de os mais velhos retomarem a respiração dos ares dos tempos do PREC (provavelmente, apreendendo factos que desconheciam e cujos cordelinhos são admiravelmente expostos) e de os mais novos terem uma ideia menos estereotipada dos acontecimentos e incêndios daqueles tempos fundadores da democracia que temos (sobretudo quanto ao peso determinante que a contra-revolução teve nos acontecimentos políticos da altura). Pese embora a infelicidade chapada da escolha de um título absolutamente parvo, trata-se de um livro que permite um recuo profícuo nos tempos de brasa da revolução. E, também, como JPG bem recorda, da contra-revolução. E de que maneira!

(*) - “Romance de uma conspiração”, João Paulo Guerra, Edições Oficina do Livro.

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Quantos internautas, incluindo os sado-masoquistas que apreciam ditaduras (desde que elas estejam bem longe e sejam outros a aturá-las), gostariam de ser controlados assim?

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- Hasta ahora, sólo hemos presenciado la globalización negativa, es decir, la globalización de fuerzas como las finanzas, el comercio de materias primas, la información, la criminalidad, el terrorismo, las drogas y el tráfico de armas que son fuerzas que, a pesar de sus profundas diferencias, están unidas por su costumbre y su intención de “violar las fronteras”: por su resistencia, su rechazo y su inobservancia de las leyes locales, los valores, las costumbres y los intereses y por el incumplimiento de la voluntad de los “nativos”. Todavía no hemos empezado en serio la globalización positiva: la ardua lucha para diseñar, construir y poner en marcha unas verdaderas instituciones políticas y judiciales globales y con iniciativa, con el derecho y la capacidad de controlar y supervisar las actividades de todas esas fuerzas actualmente desenfrenadas y de adelantarse a las consecuencias destructivas y catastróficas de sus promesas.

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Zygmunt Bauman, sociólogo polaco, ao “El Mundo”:

- La modernidad sigue siendo tan líquida como antes, incluso más que antes de la crisis actual, y por eso las identidades sólo pueden seguir siendo flexibles. Sin embargo, lo que cambió el hundimiento del crédito es el abanico de posibilidades que se abrió ante esas “identidades flexibles” y su capacidad para elegir e imponer lo que elijan. Para muchas personas el número de opciones probablemente se reducirá, la capacidad de elegir disminuirá radicalmente. Las generaciones más jóvenes que entran ahora en el mercado de trabajo se enfrentan a una fragilidad social que la mayoría de sus padres pudo evitar: los horrores del empleo a corto plazo y su debilidad, y asumir la necesidad de aceptar la degradación social y el drástico recorte de las ambiciones personales. Incluso la perspectiva de la humillación personal y el rechazo de la valía y la dignidad, esas pruebas del destino tan potencialmente dolorosas para la autoestima humana...

- Hasta la reciente crisis la visión del mundo se construía sobre el “disfrute ahora y pague más tarde”. La felicidad estaba casi totalmente basada en una mayor libertad: más opciones, más cambios, más deseos y más emoción, experiencias no probadas y sensaciones deliciosas. Todos los demás problemas se resolverían solos. Pero actualmente nuestro mundo padece claustrofobia, cada vez más repleto de competidores. La protección de lo que ya tenemos está a la orden del día, más que la persecución de lo que todavía no tenemos. La seguridad se está desplazando, despacio aunque de manera constante, hacia el lugar que hasta hace poco ocupaba la libertad: “Asegurémonos de que nadie nos quita lo que ya hemos conseguido, más que preocuparnos de conseguir más” se convierte en el lema del día. La “seguridad” se eleva a valor supremo. Los Gobiernos buscan legitimar su poder a través de la demostración de su dureza con la criminalidad, la inmigración o el terrorismo.

- Los partidos de izquierdas han abandonado en general -en el ejercicio de su gobierno, pero, cada vez más, también en sus declaraciones- la causa del más débil: de los pobres, de los humillados, de los abandonados o los discriminados. Olvidaron e incluso rechazaron abiertamente los dos principios axiomáticos en los que se basa la crítica izquierdista del statu quo: primero, que la comunidad tiene el deber de asegurar a cualquiera de sus miembros frente a un infortunio individual, y segundo, que la calidad de la sociedad debería medirse, no en función del bienestar medio de sus miembros, sino del de sus partes más débiles. En su lugar, compiten con la derecha política por allanar el camino al gobierno de los mercados y de la filosofía que fomentan con hechos y palabras, a pesar de la creciente injusticia, la desigualdad y el sufrimiento que ello conlleva. Mientras, la extrema derecha y los movimientos populistas recogen los postulados que la izquierda abandonó pretendiendo ser sus engañosos defensores, mientras desvían a la gente del verdadero origen de su desgracia.

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Em 2002, foi atribuído a Oswaldo Payá, um opositor que pretendia uma revisão constitucional pacífica. Em 2005, calhou às “Senhoras de Branco”, familiares de presos políticos. Este ano, o escolhido para receber o “Prémio Sakharov” (atribuído pelo Parlamento Europeu) foi Guillermo Fariñas, dissidente cubano famoso pelas greves da fome com que costuma pontuar as suas indignações face à tirania castrista. Era tempo de Cuba passar a coleccionar outro género de prémios e condecorações.

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Albano Nunes, altíssimo dirigente do PCP, no “Avante”:

A luta de classes existe e o contrário é que seria de surpreender. Mas porquê tanto destempero e tanto ódio vomitado contra o PCP a pretexto da opinião expressa em comunicado do Gabinete de Imprensa sobre o significado político da atribuição do Prémio Nobel da Paz a Liu Xiaobo? Porquê tal manobra de diversão e tão sórdida campanha de denegrimento do PCP? A explicação é evidente: pela sua intervenção no plano político e social o PCP é o grande obstáculo à política de direita, a grande força que combate o fatalismo e o conformismo.
Quanto ao motivo invocado para a campanha é bem conhecido que o PCP é um partido de uma só cara e que prefere perder votos dizendo a verdade a ganhá-los escondendo-a. E a verdade é que a atribuição deste Prémio Nobel é realmente «inseparável das pressões económicas e políticas» sobre a República Popular da China, e a opinião do PCP é a de que essa escolha não tem nada de inocente, antes se insere numa escalada de pressões contra este país que, pense-se o que se pensar sobre a sua política interna e externa, está a resolver colossais problemas de desenvolvimento económico, social e cultural e desempenha um papel crescente positivo na cena internacional.
Uma tal escalada, que só não vê quem não quer, não pode deixar de causar grande preocupação, tendo em conta o quadro de crise profunda do capitalismo, de agudização das contradições entre grandes potências, de corrida aos armamentos, de multiplicação de focos de tensão e de guerra. Se realmente se quer a Paz a tarefa é trabalhar para o desarmamento em lugar de reforçar a NATO e outros blocos militares agressivos, efectuar manobras militares nas fronteiras marítimas da China, armar Taiwan, fomentar o separatismo no Tibete e outras regiões deste imenso país multinacional. E é óbvio que não vão no sentido da Paz pressões como as que têm sido exercidas sobre a China para que escancare às multinacionais o seu mercado interno, valorize a sua moeda, aceite normas ambientais que considere incompatíveis com o seu desenvolvimento, limite as suas relações internacionais.

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França, 1968:

França, ontem:

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“Transformar esta candidatura numa grande dinâmica social capaz de criar a energia necessária para uma mudança e uma nova esperança para Portugal” foi o grande apelo lançado por Manuel Alegre em Coimbra, num jantar onde mais de 400 apoiantes o aplaudiram com entusiasmo, numa grande jornada de mobilização na cidade cujos mestres e companheiros recordou.

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Já cá se esperava. Com o recrudescer da extrema-direita em boleia da crise financeira e da incapacidade da social-democracia tonta em lhe dar resposta e com os revolucionários a serem ultrapassados na luta pela “vanguarda lumpen”, os braços fascistas que hibernam nas claques de futebol mostram como as serpentes não descuram os ovos. Viu-se o pelotão organizado da claque sérvia (sobretudo afecta ao “Estrela Vermelha” de Belgrado) impedir a realização do Itália-Sérvia e como os dísticos de defesa da usurpação do Kosovo alimentavam os ódios dos hooligans fascistas sérvios (provavelmente, muitos deles vindos directamente do ataque aos homossexuais em Belgrado realizado dias antes). Neste fim-de-semana, também em Itália, mas desta vez vomitados pelos neo-fascistas de Cagliari, vieram os insultos racistas dirigidos contra o artista camaronês Samuel Eto'o e só calados com um golo do ofendido. Veremos como este fogo se propaga. Pelo sim e pelo não, olho neles. Para que, depois, não se diga que ninguém com eles contava.

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